Somos buenos y malos, fuertes, débiles, amigos, enemigos… somos
leales, o traidores. Todos tenemos dos caras, pero la verdad sólo tiene una, aunque muchas veces ni siquiera somos capaces de verla, o confundimos la mentira con lo que de verdad es cierto. En esos momento, perdemos el rumbo. Si no eres capaz de reconocer la verdad, estas perdido, dudas de todo y de todos, ya no sabes distinguir lo bueno y lo malo, lo cierto de lo falso. Y eso puede ser peligroso, porque, las personas que viven en la mentira, acaban siendo mentirosas. En cuanto a la verdad, pocas veces se hace presente, y cuando lo hace, viene rodeada de mentiras que nos hacen dudar. B-.
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