Volví a explotar. Volví a ser aquella que decía no poder más. Volví a querer parar el mundo, y bajarme. Otra de tantas veces.
Tan solo me hicieron falta unos minutos para recordar que esas pequeñas cosas que me hacían feliz nunca habían dejado de estar ahí.
Y que puede que las cosas no salgan como yo quiera, y que no deje de hacerme las mismas preguntas cada día, pero todo eso no me da el derecho de impedirme ser feliz. B-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario