Todos necesitamos algo que aporte un poco de magia para enfrentarnos a la arbitrariedad del mundo, algo que nos ayude a tapar los oídos, a aislarnos de lo que se nos viene encima, como Ulises. Sólo que a veces, no lo hacemos para no oír las sirenas, sino para no oír que no hay sirenas, que nada bueno nos espera detrás de tanto dolor y amargura. B-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario